16 June, 2012 20:56

 

La Fundación Crecimiento Interior

En el cumplimiento de sus objetivos, tiene el agrado de entregarle esta revista totalmente gratuita.


REVISTA CRECIMIENTO INTERIOR No. 80

mes de Julio del 2003

 

 


QUERIDOS LECTORES

Hoy volvemos a estar con ustedes a través de nuestra revista mensual en formato papel. Catorce meses han pasado; nos habíamos detenido luego de editar 79 números, generados durante más de siete años de intensa actividad...

ALQUIMIA, SU SIMBOLISMO

En diversos libros se utiliza el término "Alquimia". Éste, nos evoca de inmediato a la más científica de las operaciones medievales: el proceso de convertir Plomo en Oro. La Alquimia era una ciencia. Un gran árbol del cual nació una rama que se transformó luego en la química actual...

CHAKRAS Y DESCRIPCIONES CONTRADICTORIAS

Uno de los principales interrogantes que nos han presentado nuestros alumnos cuando abordamos el tema de la energía humana y los chakras es: ¿por qué al leer diferentes autores encontramos contradicciones en los nombres, descripciones, colores correspondientes, etc. de cada chakra?, ¿cuál es el autor que tiene razón y quiénes son los que están equivocados?...

¿QUE ES LA TERAPIA?

Es un sinónimo de terapéutica, vocablo que deriva del griego, se relaciona con la medicina y el arte de curar. Dentro del área psicológica la denominamos como psicoterapia, haciendo referencia especial al ámbito de la psiquis humana. No importa tanto el nombre que le demos sino la forma en que ejecutemos nuestro trabajo terapéutico con nuestros pacientes o clientes, según la orientación...

¿SE DEBE COBRAR LO ESPIRITUAL?

Nadie duda que por "el trabajo" se debe pagar una "remuneración", pero cobrar por "lo espiritual", eso es otro tema… Un tema difícil de plantear...

Escritos para Reflexionar


QUERIDOS LECTORES

Hoy volvemos a estar con ustedes a través de nuestra revista mensual en formato papel. Catorce meses han pasado; nos habíamos detenido luego de editar 79 números, generados durante más de siete años de intensa actividad. En este intervalo nos hemos mantenido en contacto con ustedes a través de las publicaciones efectuadas en nuestro sitio en Internet (www.deon.com.ar), pero consideramos que no fue suficiente. Creemos que el vacío que había dejado nuestra publicación gratuita, era muy difícil de llenar. Prueba de ello era el reclamo insistente de nuestros lectores que buscaban sin éxito un ejemplar nuevo de la revista.
En este tiempo los argentinos hemos atravesado por graves momentos de oscuridad, y hemos aprendido que uno de los valores más importantes que poseemos es la solidaridad. El poder ayudar a otros, aún con lo poco que disponemos, en una Argentina empobrecida.
Es una máxima conocida que, para salir de un estado negativo, sea cual fuere, uno debe dejar de pensar en ello, y dirigir su pensamiento hacia el estado positivo deseado, llenándolo de amor. Pensar en lo que uno quiere.
Propongo entonces que empecemos juntos a pensar en la Argentina que queremos. Que empecemos a visualizar, a construir una Argentina Potencia.
También sabemos que ninguna cadena es más fuerte que el más débil de los eslabones que la componen. Si la cadena es nuestra Argentina, nosotros los argentinos somos esos eslabones.
Nuestro desafío como seres humanos, es ahora más que nunca, convertirnos en eslabones de noble material, y unirnos para formar esa gran cadena.
La revista Crecimiento Interior, quiere ayudar, a esta gran cadena, mediante la difusión gratuita del conocimiento, y la creación consecuente de vínculos de afinidad entre los lectores. Muchas veces desde el simple compartir un ejemplar de la revista se encuentran valores compartidos que nos unen.
Deseamos entonces que los argentinos podamos construir una gran Nación. Con esta visión trabajemos juntos día a día, en paz y armonía, compartamos nuestro amor, enseñemos y aprendamos juntos.
Ahora, con la misma revista que antes, y con mucho amor, queridos lectores aquí estamos de nuevo.

Autor: Dr. Dino Ricardo Deon, Ph.D.

Revista Crecimiento Interior Nº 80, Julio del 2003

 

Escritos sobre Alquimia


ALQUIMIA, su simbolismo

A partir de este número de la Revista, comenzaremos, mediante entregas mensuales, la publicación del libro: EL HOMBRE: POTENCIA ALQUIMICA. El proceso de convertir Plomo en Oro. El desarrollo de la energía y la fuerza interior.

CAPITULO UNO: Alquimia, su simbolismo

En diversos libros se utiliza el término "Alquimia". Éste, nos evoca de inmediato a la más científica de las operaciones medievales: el proceso de convertir Plomo en Oro.
La Alquimia era una ciencia. Un gran árbol del cual nació una rama que se transformó luego en la química actual.
Muchas personas creen, equivocadamente, que de ese árbol de la ciencia alquímica quedó únicamente esta rama: la química. La verdad es que el árbol alquímico sigue en pie, y proyecta su hermoso follaje protector, junto a sus mejores frutos.
Esta ciencia alquímica fue desarrollada intensamente por los antiguos Alquimistas de la Edad Media. Ellos sabían que todos los metales poseían una estructura básica modificable, y que en consecuencia podían ser transformados unos en otros. Su obsesión en realidad era más amplia: buscaban transformar lo inferior en algo superior.
Se dice que pretendían transmutar el Plomo en Oro, también se dice que buscaban encontrar el elixir de la larga vida y de la eterna juventud.
Es que en sus escritos aparecían repetidas referencias al "Oro Alquímico", el cual decían, era el resultado final de lentas operaciones efectuadas en el laboratorio alquímico. Explicaban que para realizar el proceso se necesitaba un Athanor, un Fuego especial y la Piedra filosofal. El resultado era la Transmutación del Plomo en Oro.
Muchas personas, se burlaban de sus esfuerzos, otras, en su avaricia, esperaban en vano ver materializarse el "Oro", que los sacaría de su pobreza para convertirlos en ricos.
Otros afirmaban que detrás de estas investigaciones se encontraba un proceso iniciático, en el cual la palabra "alquimia" hacía referencia a la Gran Obra Hermética.
Que esa alquimia era la faz concreta, material; la aplicación de los grandes conocimientos herméticos. Se trataba en consecuencia de un "arte real".
Por esto la Alquimia, afirmaban, no era una de las armas del esoterismo, era su llave maestra o su Piedra Angular.
Pero detengamos un segundo nuestra lectura, y reconozcamos que es difícil creer que detrás de tantas palabras extrañas, sin sentido, pueda existir un profundo conocimiento. Son palabras que carecen de significado práctico para nosotros. Nos parece casi inútil seguir indagando.
Entonces podríamos, como otros muchos lo hicieron en la antigüedad, burlarnos de los alquímicos y de su obra.
La burla nos alejaría del estudio de la Alquimia. Eso era lo que buscaban estos grandes sabios: alejar al que no estaba listo para conocer.
Buscaban ocultar el conocimiento. Algo aparentemente contradictorio, pues sabemos que los sabios buscan divulgarlo, sabemos que es una tradición poner el nombre del descubridor al nuevo descubrimiento.
Pero en la Alquimia, nadie le daba la paternidad a los descubrimientos. No había nombres para identificar al nuevo conocimiento. La excepción era Hermes Trismegisto, del cual deriva la palabra hermético, utilizada como sinónimos de secreto. No había "descubrimientos" a divulgar a la sociedad, sino todo lo contrario se "cubría", se tapaba lo que se encontraba.
Los alquimistas nunca dijeron en forma directa qué buscaban, ni lo que encontraron.
Sabían que existía en el conocimiento Alquímico un gran poder, y como todo poder temían que si caía en manos de personas carentes de una integridad personal, podía dañar en vez de ayudar. Buscaban evitar el abuso de los impuros y proteger sus prácticas. Evitar en definitiva que llegara a las malas personas. Pero, no solo temían a éstas, entendían que también era necesario proteger los enseñamientos secretos de la compresión del vulgo, que también podían usarlos indebidamente.
Afirmaban: "Aurum nostrum nom est aurum vulgi" (Nuestro oro no es del vulgo).
Por esta razón las fórmulas originales fueron ocultadas en un lenguaje simbólico, críptico, a fin de protegerlas.
De este modo encriptado el conocimiento mediante ese lenguaje, lo dijeron, lo escribieron, lo comunicaron, lo transmitieron. Este era el lenguaje metafísico por excelencia, pues además tenía otra ventaja, permitía utilizar el pensamiento analógico. Sabían que los símbolos, dada su capacidad mediadora entre el mundo sensible y el intelectual, permitían comunicar un conocimiento a distintos niveles de comprensión al mismo tiempo.

EL "PARA QUE" DE LA GRAN OBRA: EL SOL RADIANTE

Los tiempos han cambiado, y estamos en una época donde el conocimiento secreto, se ha hecho público. Ya no es factible esconderlo de las manos carentes de una integridad personal, y vemos a diario como personas sin formación pueden leerlo libremente.
El desafío ahora es otro, no ya buscar símbolos cada vez más sofisticados para ocultarlo, sino develar el conocimiento, ponerlo en las manos de las personas de buen corazón, que buscan el bienestar general.
El Oro, esa sustancia que se encuentra en las profundidades de la tierra, tiene ahora que actuar como un Sol, para irradiar luz donde haya oscuridad, calor donde exista el frío. De este modo las personas usarán el conocimiento tanto para su crecimiento personal, como para servir a otros.
En un mundo cargado de malvados, dispuestos a robar a aquellos que se encuentran en el camino de su viaje interior hacia su propia Tierra Santa, necesitamos nuevos "cruzados". No se trata de preparar las almas de los hombres para la vida eterna; eso es incumbencia de la Religión. El "religare" del hombre con Dios es su territorio.
El desafío alquímico consiste en la Transmutación del hombre durante esta vida con la finalidad manifiesta de irradiar la luz de su nuevo ser en este mundo. Por ello la Alquimia es un proceso de Transmutación complementario a las indicaciones de pureza espiritual propuestas por Cristo.
El "para qué" de la Alquimia, su objetivo, su meta, es entonces convertirse en un Sol Radiante.

EL MARCO DE REFERENCIA

Para definir el marco de referencia dentro del cual avanzaremos en el conocimiento y antes de adentrarnos en los símbolos básicos digamos entonces que: la Alquimia es el proceso de la Transmutación del ser humano en algo más perfecto, por la exploración y desarrollo del potencial contenido en su naturaleza, y con el fin de manifestar ese poder transformador en este mundo, como expresión de amor a la humanidad.

EL ENORME PODER

Este conocimiento alquímico comprende un saber teórico, asimilable por nuestra mente conciente, y un saber vivencial, que llegando directamente a nuestra alma, enciende el Fuego interior. Se trata de moverse en dos direcciones al mismo tiempo: una en sentido horizontal, dentro de este mundo terreno, esa será apoyada en el saber teórico y nuestra aliada será nuestra mente consciente.
La otra dirección será en sentido vertical, buscando la conexión de lo terreno con lo superior, nuestros aliados se encuentran en los niveles más profundos de nuestro ser.
Nos dirigiremos primeramente a nuestra mente consciente para que nos permita ingresar a esos niveles más profundos de nuestro ser. De ese modo, podremos ponernos en contacto con nuestra gran fuerza interior, y desde allí, empezar nuestra Transmutación.
En eso consiste la Gran Obra: transmutarnos. A partir de ahora cada vez que usemos el término "la Gran Obra", estaremos haciendo referencia al trabajo Alquímico, el trabajo de transformación interior, algo totalmente vivencial con un tremendo poder.
Pero, ¿por qué tanta insistencia en un "tremendo poder"?.
Es que sin él no podríamos concretar un objetivo a alcanzar tan inmenso, tan difícil.
No se trata ya de transformar lo externo, de transformar a los otros: a la familia, a los amigos, al mundo entero.
Se trata de que tú te transformes. Tú eres aquello que debe cambiar, para que el mundo cambie.
¿Cómo podrías encarar la Transmutación de lo más difícil, tú mismo, sin tener a tu disposición un poder tremendo?.
Algunos creyeron que ese poder tremendo se encontraba en el conocimiento teórico, en el SABER: buscaban la Piedra filosofal.
En la Gran Obra el conocimiento teórico es un elemento imprescindible de la Transmutación alquímica. ¿Cómo podríamos encarar la Gran Obra sin saber cuáles son las "reglas del arte"?. Pero no es un elemento suficiente. El conocimiento teórico es un requisito previo para entender la Gran Obra, y no el fin del camino.
Desde el siglo pasado, los nuevos enfoques de la psicología Jungiana, como así también de otros estudios volcados en infinidad de libros, hizo posible que a nivel teórico este conocimiento se divulgara masivamente, fragmentado, y muchas veces distorsionado. El conocimiento estaba limitado por el propio marco de referencia de cada autor, que buscaba hacer coincidir el conocimiento Alquímico con sus teorías. Construían de ese modo verdaderos lechos de Procustro, en los cuales si la persona que se acostaba era más larga que la cama, no se buscaba cambiar la cama, sino cortarle las extremidades a la persona. Así hicieron con el conocimiento Alquímico, le cortaron las partes que no coincidían con sus teorías, lo fragmentaron, lo dejaron reducido a una expresión sin vida.
Existen así, infinidad de personas en grado de recitar casi de memoria este conocimiento parcial. Lo tienen en la mente, en su memoria, pero nunca se han permitido llevarlo a la profundidad de su ser y de ese modo comenzar a vivir la Alquimia, sentir el inmenso poder. Algunos de ellos encontraron la Piedra filosofal, pero en vez de utilizarla para realizar la Gran Obra, se limitaron a adorarla como un nuevo Dios.
Otros creyeron, en su vanidad, que el tremendo Poder consistía en poseer el Oro, convertirse en "Oro". Algunos obtuvieron ese "Oro", pero careciendo de un "para qué" lo habían materializado, se limitaron a convertirse en Pavos Reales que mostraban sus hermosas plumas para su propio placer.
Otros consideraron que el Tremendo Poder residía en el Athanor, por esto enfocaron su trabajo principal en preparar del mejor modo posible el Athanor, o sea el horno alquímico, nuestro ser. Fracasaron también ellos. ¿Para qué sirve un Athanor sin Fuego que lo alimente?.
Finalmente unas palabras para aquellos que se dedicaron a adorar el Fuego interior. Creyeron, que éste era la clave. Desarrollaron infinidad de técnicas para incrementar ese Fuego. Pensaban que por sí sola esta llama iba a transformarlos, a purificarlos. Y así aplicaron el Fuego interior a un Athanor en mal estado de funcionamiento, sin darse cuenta que podía destruirlos. Por supuesto que se quemaron junto a su propia obra.
El Fuego interior es imprescindible, sin él no hay posibilidad de realizar la Gran Obra. Este Fuego deberá entonces encenderse y desarrollarse sin perder de vista en ningún momento los demás elementos básicos que la componen y lo convierten en un verdadero Sistema Transmutador.
Daremos, todas las indicaciones posibles para que, a medida que se absorba el conocimiento de la Piedra Filosofal, y se vaya construyendo el Athanor, se encienda el Fuego interior. Podrá iniciarse así la Transmutación y la Gran Obra estará en marcha. Las otras indicaciones, las que únicamente pueden ser dadas en una relación personal directa, las daremos en encuentros vivenciales a los aspirantes a Alquimistas.

SIMBOLOS BÁSICOS

Para dejar de ver a la ciencia Alquímica como un conjunto de símbolos metafísicos y abstractos es que nos adentramos en los siguientes capítulos en el conocimiento del hombre: potencia alquímica. Para ello analizaremos los símbolos básicos, o sea los actores que intervienen en la Gran Obra. Ellos son:
- Plomo
- Oro
- Transmutación
- Athanor
- Fuego
- Piedra filosofal
Estos símbolos, forman los elementos de un gran sistema. Esto implica que la falta de uno de ellos impide el funcionamiento del proceso. Tengamos siempre presente que se trata de un Sistema Transmutador, donde todos los elementos trabajan en conjunto para provocar un efecto sinérgico.

Autor: Dr. Dino Ricardo Deon

Revista Crecimiento Interior Nº 80, Julio del 2003

 

Escritos sobre Bioenergía

CHAKRAS y descripciones contradictorias

Uno de los principales interrogantes que nos han presentado nuestros alumnos cuando abordamos el tema de la energía humana y los chakras es: ¿por qué al leer diferentes autores encontramos contradicciones en los nombres, descripciones, colores correspondientes, etc. de cada chakra?, ¿cuál es el autor que tiene razón y quiénes son los que están equivocados?. Con el objetivo de aclarar esta duda común, es que nos propusimos redactar este artículo.
Como punto fundamental es importante tener en cuenta que no existen concepciones correctas e incorrectas, simplemente son abordajes diferentes. Sería demasiado omnipotente de nuestra parte afirmar que un autor es el portador de la verdad absoluta y el resto simplemente se equivoca.
A continuación, ejemplificaremos el tema que nos encontramos desarrollando.
El primer ejemplo podemos encontrarlo en que no todos los autores utilizan el término "chakra". Choa Kok Sui en su libro "Psicoterapia pránica" los llama centros energéticos; Leadbeater en "Los chakras" habla de centros de fuerza, al igual que Arturo Powell en "El doble etérico". Pero más allá de las diferencias conceptuales entre los autores, debemos entender que lo importante no es el nombre que se le otorga a las "cosas" sino poder encontrar "detrás" de los distintos nombres su verdadero significado. Esta es una idea sumamente importante tanto dentro de la temática chakras, como en tantas otras áreas de nuestra vida.
Refiriéndonos a los colores que le atribuye cada autor a los diferentes chakras podemos decir que: Leadbeater, Choa Kok Sui y Barbara Ann Brennan ("Manos que curan") coinciden en que el color correspondiente al primer chakra es el rojo (con un poco de anaranjado), sin embargo, Vinardi en su libro "Bio Sico Energética" considera que el color correspondiente a este chakra es el celeste blancuzco.
No deseamos abrumarlos con comparaciones de conceptos y definiciones entre los autores, simplemente demostrar cómo pueden contradecirse en determinados aspectos. A lo que apuntamos específicamente a través de este artículo, es a solicitar al lector la apertura mental necesaria para la lectura de las concepciones teóricas de cada autor, para luego a partir de los conocimientos adquiridos y la propia experiencia, poder elegir aquella que "vibre" en mayor resonancia con usted.
Es por ello que para quienes desean comenzar una lectura profunda sobre el tema, le recomendamos los siguientes libros: "Manos que curan" de Barbara Ann Brennan; "Psicoterapia pránica" de Choa Kok Sui; "Los Chakras" de C. W. Leadbeater; entre otros.
Y como sabemos que seguramente se estará preguntando cuáles son las concepciones que nosotros hemos elegido a partir de la realización de este análisis, se la contaremos, pero recordándole que el seguimiento de una teoría específica es una elección personal y sólo usted puede influir en la misma.
Chakra 1, base, el rojo es el color que le corresponde, actúa sobre la glándula corticoadrenal y gobierna a la espina dorsal y a los pulmones.
Chakra 2, sacro, el naranja es el color que le corresponde, actúa sobre las gónadas y gobierna al sistema reproductor.
Chakra 3, plexo solar, el amarillo es el color que le corresponde, actúa sobre el páncreas y gobierna al estómago, hígado, vesícula biliar y sistema nervioso.
Chakra 4, corazón, el verde es el color que le corresponde, actúa sobre el timo y gobierna al sistema circulatorio.
Chakra 5, garganta, el azul es el color que le corresponde, actúa sobre las glándulas tiroides y gobierna el aparato respiratorio y el canal digestivo.
Chakra 6, cabeza, el índigo es el color que le corresponde, actúa sobre la glándula pituitaria y gobierna al Sistema Límbico (sector del cerebro cuna de la afectividad y las emociones).
Chakra 7, corona, el violeta y el blanco son los colores que le corresponden, actúa sobre la pineal y gobierna al Cerebro.

Autores:Staff de la Revista Crecimiento Interior

Revista Crecimiento Interior Nº 80, Julio del 2003

 

Escritos sobre Terapias Psicológicas

¿QUE ES LA TERAPIA?

Es un sinónimo de terapéutica, vocablo que deriva del griego, se relaciona con la medicina y el arte de curar. Dentro del área psicológica la denominamos como psicoterapia, haciendo referencia especial al ámbito de la psiquis humana.
No importa tanto el nombre que le demos sino la forma en que ejecutemos nuestro trabajo terapéutico con nuestros pacientes o clientes, según la orientación.
Es un tema que parece simple pero que tiende a complejizarse cuando queremos definirle desde diversas especialidades terapéuticas en el ámbito de la psicología. Así tenemos que una alta proporción de Terapeutas norteamericanos hablan de clientes y no de pacientes. Ha sido Carl Rogers, quien planteó que la psicoterapia es un servicio que un cliente viene a solicitarnos. Dejando de lado el aspecto pasivo que está inmerso en el término paciente.
Por eso ya estamos viendo que si partimos de estas diferencias semánticas, que marcan diferencias epistemológicas, bien podemos decir que las maneras de ver a quien demanda un tratamiento terapéutico, nos van a determinar la visión sobre lo que significa "La Terapia".
Muchas veces intentamos encajar o amoldar la terapia en un paradigma o una teoría particular. De forma que tanto el terapeuta como el paciente/cliente terminan como esclavos de una determinada escuela.
Para simplificar nuestra tarea podemos decir que la terapia implica una serie de compromisos entre quien requiere un tratamiento y quien va a poner en práctica los mecanismos para que aquél obtenga lo que necesita. Cada corriente nos dará diferentes herramientas para accionar sobre la situación de cada uno de nuestros consultantes.
En definitiva lo más importante es elaborar procedimientos eficaces para conseguir el objetivo buscado.
A pesar de las diferencias, todas las corrientes consideran los siguientes elementos como elementales e ineludibles:
1. La relación terapéutica (paciente/cliente-terapeuta).
2. El motivo de consulta.
3. El tratamiento terapéutico y su práctica.
4. Nuestra experiencia personal como pacientes/clientes.
Cada uno de nosotros, como terapeutas manejaremos los conceptos básicos del marco teórico de la corriente psicológica que estamos transitando, experimentando, conociendo, y, a partir de allí, desarrollamos nuestro plan de trabajo, con el objetivo definido sobre la base de las necesidades de cada uno de los individuos, pues cada cual trae un interrogante singular sobre su propia vida y su manera de enfrentar los problemas, pensando en que en este momento no le resultan eficaces sus viejos mecanismos para resolver las dificultades. Nos reclama que le ayudemos a encontrar sus mecanismos más eficaces para resolver problemas ante situaciones nuevas, dentro de un ámbito personal, familiar y sociopolítico.
Lo importante es que la terapia nace de la necesidad de una persona, no importa la corriente en que nos basemos para nuestro trabajo. Es importante el compromiso y la responsabilidad, de ambos integrantes de la díada: terapeuta y paciente/cliente.

Autora: Lic. Monica Agras

Revista Crecimiento Interior Nº 80, Enero del 2003

 

Escritos sobre Energías y El Dinero


¿SE DEBE COBRAR LO ESPIRITUAL?

Existen muchas personas que trabajan, prestan un servicio ya sea en el "área alternativa", en el "mundo esotérico" o en el ámbito de "la sanación". Actúan de diversas maneras: algunos hacen imposiciones de manos, otras tiran el Tarot, otras dan un curso de metafísica, otros son terapeutas florares, otros hacen Reiki... y la lista de actividades posibles pasaría fácilmente el número de cien. Pero si bien son todas actividades fácilmente diferenciables, tienen algo que las une: es que ejercen su actividad sobre un área que usualmente se conoce como "lo espiritual". Ese es el denominador común: trabajan sobre "lo espiritual".
A esas personas que trabajan en "lo espiritual", y al sólo efecto de facilitar la lectura, acépteme el lector, que las llame a partir de ahora: "trabajadores espirituales".
En muchos de ellos además de ese denominador común, existe otro que los identifica y los inquieta: "La relación con el dinero" y la gran pregunta: ¿se debe cobrar lo espiritual?.
Nadie duda que por "el trabajo" se debe pagar una "remuneración", pero cobrar por "lo espiritual", eso es otro tema… Un tema difícil de plantear.
A quién, cuando inició su camino de "trabajador espiritual", no le sucedió alguna vez encontrarse con alguien que, en vez de pagar el servicio, se indignó y luego le insinuó: ¿qué clase de persona espiritual es usted, que quiere cobrar por ayudarme en "lo espiritual"?.
Estas personas que se indignan, consideran que el dinero envilece la tarea. Es más, afirman que el "pretender" cobrar dinero por hacer algo espiritual es una prueba indudable de la mala fe del "trabajador espiritual".
Agregan que "eso espiritual" es un don que Dios le dio al trabajador espiritual, y que por lo tanto debe entregárselo sin esperar nada a cambio.
Afirman enfáticamente que en consecuencia, nunca le pagarán a un trabajador espiritual y aclaran que se trata de una cuestión de principios y no de dinero.
Por supuesto que le pagarán sin discutir al psicólogo, al médico, al personal trainer, o al que les de un curso de fotografía. Eso está bien, pero insisten: "lo espiritual" no se cobra.
Cuando esto sucede a veces el novel "trabajador espiritual" queda perplejo, sin saber como reaccionar, cuestionándose su relación con el dinero.
Si nuestro perplejo "trabajador espiritual", asume que "lo espiritual" no se cobra, buscará a fin de generar ingresos para él y su familia, una actividad laboral. Con ésta podrá vivir dignamente de su trabajo, sin que nadie le cuestione su espiritualidad.
Por supuesto dedicará las pocas horas libres que le queden a realizar su servicio espiritual sin cobrar un céntimo, y finalmente con el paso de los años, si su situación económica no es holgada, quizás acepte que el trabajo espiritual no es para él. Habrá dejado una silla vacía.
Esa silla vacía, podría llegar a ser ocupada por una persona sin vocación, sin capacidad, y a veces sin escrúpulos.
Así, esa persona indignada que afirma que "lo espiritual" no se cobra, se encontrará ahora con el inconveniente que "lo espiritual", realizado por verdaderos "trabajadores espirituales" es cada vez más difícil de encontrar. Y comenzará a "tropezar" en su búsqueda de "lo espiritual" con personas sin formación, sin voluntad de servicio o incluso sin escrúpulos. Ellos habrán invadido este campo, ocupando esas sillas vacías.
Los falsos trabajadores espirituales, serán aquellos que, con la finalidad de engañar, prometan a los "indignados" lo que éstos reclaman: servicios gratuitos. De este modo planean, una vez capturada la confianza de la persona, quitarle todo el dinero que puedan.
No estamos afirmando que todo lo gratuito esconda trampas: lo gratuito, como servicio necesario y bien intencionado, será motivo de un próximo artículo en la revista. Pero tampoco estamos hablando de fantasías, cuando afirmamos que determinadas personas, que por cuestión de principios no querían pagar por trabajos espirituales, han entregado propiedades, incluso su única vivienda a estos delincuentes. Querían algo gratis y pagaron "ese algo" con todo lo material que poseían.
No creamos tampoco que este es un problema que sucede únicamente en Argentina. Hace poco en Italia, en un caso que conmovió a la opinión pública por semanas, se logró apresar a uno de estos personajes, quien dejó en la ruina a infinidad de familias que habían acudido a él en busca de servicios espirituales.
¿Pero, qué ha pasado aquí?. ¿Cómo solucionar el tema?.
Si nos remontamos a la antigüedad, recordaremos que existían los mecenas: personas de fortuna con una clara intención social. Gracias a ellos, los "trabajadores espirituales" podían dedicarse de lleno a su vocación, protegidos y mantenidos literalmente con todos los honores.
Otros "trabajadores espirituales", sin mecenas, en el otro extremo del espectro social, vivían en chozas, y comían gracias a la "caridad" de sus vecinos.
Los siglos han pasado, el mundo ha evolucionado, la tecnología en todas las áreas, incluso la médica, no deja de asombrarnos, y a pesar de todo ello necesitamos cada vez más a los "trabajadores espirituales". Aumento de necesidad de trabajadores espirituales y disminución de oferta de "verdaderos" trabajadores espirituales, esa es nuestra realidad, y si no queremos que las cosas empeoren, creo que es el momento de hablar un poco de la energía del dinero.
Sí, el dinero es una energía, y el trabajo en cualquiera de sus formas también es una energía. Ambas energías responden a los mismos principios.
Para graficarlo vamos a utilizar la analogía con la energía eléctrica. Sabemos que para hacer algo tan simple como encender una lamparita, necesitamos que exista un Sistema Eléctrico.
Dentro de este sistema, la energía va desde la fuente, y debe volver a la fuente. Así un cable va desde la fuente hacia la lamparita eléctrica llevando la energía, y un cable vuelve desde la lamparita, permitiendo la circulación de la energía desde la lamparita hasta la fuente. Esto completa el circuito eléctrico. Cualquier interrupción y el circuito deja de funcionar: la lamparita se apaga. El interruptor eléctrico cumple ese fin.
Imaginemos por un momento, que el trabajador espiritual es la fuente que entrega la energía, y la persona que recibe ese trabajo hace las veces de "la lamparita".
En este caso deberá existir un cable por el cual la energía transitará hacía la lamparita. La energía que circulará por ese cable se llama "trabajo espiritual". Su finalidad: encender la lamparita. Por ello, cuando un trabajador espiritual dedica su tiempo para ayudar a otro, le está entregando su energía, "le está acercando un cable".
Dijimos que como retorno de esa circulación energética necesariamente deberá existir "un cable" que vaya de la lamparita hacia la fuente, transportando energía. La energía que transita por ese "cable" de retorno es el dinero.
De este modo para que se produzca un correcto intercambio energético, debe ir por un cable energía de trabajo y volver por el otro cable la energía del dinero. Esto, en la Escuela del Dinero, se conoce como la Ley del Circuito Energético.
La cantidad de energía de trabajo que se entrega, debe ser igual a la cantidad de energía de dinero que se recibe, esto se conoce como "ley de la Equivalencia".
Con esa energía, con ese dinero, el trabajador espiritual comerá, se vestirá, capacitará, divertirá, y toda las otras cosas hermosas que se hacen con la energía del dinero, incluso comprarse un coche o una hermosa casa.
Si se niega el pago, el dinero no circula, la energía no retorna a la fuente y se ha interrumpido el circuito. La fuente no estará en grado de seguir proporcionando energía. La lamparita no dará luz.
Algunas personas tienen "el don" de saber obtener dinero, otras tienen "el don" de "lo espiritual". ¿Por qué es tan difícil darse cuenta que cada uno debe darle al otro aquello que le es tan fácil conseguir?: eso que se sabía en la época de los mecenas, hoy se desconoce.
¿Será que no se desea que los trabajadores espirituales verdaderos ocupen las sillas que les corresponden por vocación?.
Afirmábamos más arriba que existe un aumento de necesidad de trabajadores espirituales y una disminución de oferta de "verdaderos" trabajadores espirituales. Esa es nuestra realidad.
Si queremos cambiar este estado de cosas, tendremos que entender y respetar la Ley del Circuito Energético y la ley de la Equivalencia.
¿Por qué no intercambiar con alegría aquello que tengo, por aquello que me falta?.
Cuando lo hagamos, podremos ver en un circuito armonioso, circular a lo espiritual, y al dinero. Cada uno dando, con amor, lo que posee para el beneficio de todos.
Me imagino que Ud. lector ya se estará planteando varias preguntas, como ser: ¿qué sucede cuando la persona que necesita un "trabajador espiritual" está en la indigencia, y no puede pagar ni un céntimo?; ¿qué sucede cuando el "trabajador espiritual", se niega a cobrar por sus servicios?. En próximos artículos, iremos desarrollando esos temas.


Revista Crecimiento Interior Nº 80, Julio del 2003.

Autor: Dr. Dino Ricardo Deon

Si te interesa aprender más sobre el manejo energético de tu dinero, te recomendamos el siguiente libro: "El Mandala del Dinero".

 

 

 

 

 

 

 
 

 

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