16 June, 2012 20:56

 

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REVISTA CRECIMIENTO INTERIOR N° 21

Año 3

Revista Crecimiento Interior Nº 21, Año 3

 

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AROMATERAPIA: Aceite esencial de Lavanda

Es de todos los aceites, el de más amplio espectro y por ende, el más utilizado dada su enorme versatilidad. Su nombre proviene del latín, lavare (lavar o lavarse), ya que los antiguos romanos lo utilizaban para sus baños higiénicos...

LA ARMONIA INTERIOR Y LA MEDITACION

Encontrar nuestro centro. Esa es la cuestión. En mayor o menor grado, al no lograr ser totalmente dueños de nosotros mismos, todos estamos desintegrados, o lo que es más grave, tironeados por una infinidad de tendencias opuestas y contradictorias que nos hacen perder la conexión con nuestro verdadero ser interior...

LAS FLORES DE BACH: Cerato, Géminis y la Sabiduría

Cerato (Ceratostigma willmottiana), es la única de las flores del sistema que no es Europea, sino que proviene del misterioso Tíbet, donde los monjes se recluyen para meditar y escuchar las voces de su Ser Superior...

UNA RADIOGRAFIA DE NUESTRA VIDA

El hecho de pensar cómo somos, hacia dónde vamos, qué posibilidades tenemos en la vida, no siempre nos lleva a la respuesta correcta. Como seres humanos tenemos la fortuna de ser cambiantes, lo cual nos permite probar diferentes posibilidades de acuerdo al modo en que pensamos en cada momento de nuestra vida. Las posibilidades que se abren, son infinitas...

LA UÑA QUE LATE

Cómo te va. preguntó Jorge - Mal, contestó Carlos. - ¿Te pasó algo?- Agregó Jorge en forma inocente. - ¿Si me pasó algo?, ¿Pero vos en que país vivís?, Dijo enfurecido Carlos, y agregó-, Cómo no me va a ir mal-, ¿O vos no estás enterado de como anda la economía, la política...

Escritos sobre Aromaterapia

AROMATERAPIA
Aceite esencial de Lavanda

Es de todos los aceites, el de más amplio espectro y por ende, el más utilizado dada su enorme versatilidad.
Su nombre proviene del latín, lavare (lavar o lavarse), ya que los antiguos romanos lo utilizaban para sus baños higiénicos.
Sus propiedades antisépticas, fueron descubiertas por casualidad por un médico que durante la guerra, salpicó unas gotas para contrarrestar el mal olor producido por las gangrenas de los heridos. El resultado fue que las heridas donde por casualidad había actuado la Lavanda, comenzaron a curarse. Además, gracias al aroma, los pacientes lograron conciliar el sueño con mayor facilidad. En efecto, este aceite de efecto básicamente sedante y antiséptico, fue utilizado posteriormente en muchos hospitales para ayudar a los enfermos a lograr una mejor calidad de sueño.
La Lavandula officinalis, y también la angustiofila, crecen naturalmente en las zonas montañosas altas del Mediterráneo y son aquellas de cuyas flores se extrae, por destilación a vapor, el aceite de calidad superior. Su obtención, como la de la mayoría de los aceites, no es tan simple como pudiera pensarse, ya que se necesitan 250 kg. de flores para obtener 1 kg. de esencia. Existen también otras especies con otra composición química, como las Lavandulas latifolia y la fragans, que crecen a menor altura y poseen menos efectividad que las primeras.
En su gran mayoría, los aceites esenciales deben ser diluidos en un aceite vehicular para los tratamientos o masajes, ya que pueden producir efectos no deseados, según el tipo de piel de la persona sobre las que se utilizan. En cambio, el aceite destilado de la Lavándula vera, es uno de los pocos que pueden utilizarse puros sobre la piel, ya que sus propiedades limpiadoras y desinfectantes ayudan mejorar el estado de la misma. Es por esta misma razón que este aceite admite ser mezclado con cualquier otro, en especial, es muy usado para suavizar otros aromas que son muy fuertes. De todos modos, siempre recomiendo no usarlo en exceso, pues es sabido que todo aquello de lo que se abusa, puede producir el efecto contrario al buscado.
Tantos son los usos de la Lavanda, que podría escribirse un libro al respecto. Pero me limitaré a mencionar los más frecuentes. Por tratarse de un aceite tan inocuo, el lector podrá luego hacer su experiencia con él, y sacar sus propias conclusiones.

* Por ser reconstituyente, se puede aplicar puro (una gota) sobre quemaduras, heridas leves, y también para las peladuras de rodillas como cicatrizante (produce cierto ardor).
* Para dolores de cabeza, poner una gota en la palma de la mano y pasar por la nuca. Luego colocar un instante los dedos sobre las sienes girándolos suavemente.
* En picaduras de avispa o de abeja.
* Es analgésico general. Bueno para dolores de espalda y de columna.
* En preparados, para el acné de tipo nervioso y para tratamientos de la piel (como siempre, cuando de preparados se trata, consultar con un especialista para evitar inconvenientes).
* Baños de inmersión (no más de 5 gotas en total, si es puro): acción relajante, limpiadora, ayuda a eliminar la angustia y la tensión producida por el miedo.
* Bueno para utilizar al principio del invierno ya que tiene relación con el meridiano del corazón.

Excelente en Aromatizadores de Ambiente para:
* Insomnio (si no se puede hacer un baño de inmersión, inhalar una gota sobre un pañuelo pero no colocar directamente sobre la almohada).
* Mareos (también llevar un frasquito para quienes se marean en los aviones).
* Nerviosismo. Hipersensibilidad (excelente para niños y ancianos).
* Tendencia a preocuparse por todo y a hacer dramas. Serena mucho. Trae paz, calma.
* Armoniza y equilibra a las personas, les da sosiego, evitando la ciclotimidad.
* Combate el mal humor (aún en las mujeres, cuando es provocado por la menstruación).
* Limpia los ambientes.
* Facilita la meditación o las prácticas espirituales.

Mi experiencia con la Lavanda, me ha mostrado que es ideal para las personas desarmonizadas. Disuelve el stress, que provoca, la mayoría de las veces, disfunciones por cierre parcial o total de los centros energéticos del cuerpo (chakras). La pérdida de vitalidad que esto acarrea, deriva en molestias o males físicos de todo tipo.
También la sensación de agobio que perciben las personas muy nerviosas o inquietas, o que pasan por un período de desequilibrio afectivo, es maravillosamente contrarrestada por los efectos sedantes del aceite de Lavanda.
Después de todo, es tan fácil de conseguir, tan accesible para todos (y hasta para los bolsillos)... que hay mucho para ganar probando.

Autores:Staff de la Revista Crecimiento Interior

Revista Crecimiento Interior Nº 21, Año 3


 

Escritos para Reflexionar


La Armonía Interior y La Meditación

Encontrar nuestro centro. Esa es la cuestión.
En mayor o menor grado, al no lograr ser totalmente dueños de nosotros mismos, todos estamos desintegrados, o lo que es más grave, tironeados por una infinidad de tendencias opuestas y contradictorias que nos hacen perder la conexión con nuestro verdadero ser interior. Los conflictos que cada uno lleva dentro suyo, nos hacen sentir frustrados, tensos, desamparados. Dichos sentimientos generan inseguridad, confusión, temores. Ellos nos quitan energía; las fuertes presiones internas dividen a nuestro ser en pedazos que se tornan cada vez más difíciles de recomponer...
Un ejemplo vivo de conflicto interno es la neurosis, un tema de nuestro tiempo que pocas personas son conscientes de padecer. Por lo general, "esos" son males que le llegan a los otros y no a nosotros. Ante la imposibilidad de "ver" en su interior, de detectar en sí mismos este tipo de males y la incapacidad de asumir que su verdadera visión se encuentra bloqueada por fuerzas inconscientes, el ser humano recurre a artificios de todo tipo para reconquistar la armonía perdida. Aquí entran en juego los psicofármacos, ilusorios donantes de una paz momentánea. La vida de la persona se torna penosa: pierde su capacidad de disfrute y comienza a girar en un movimiento circular del que difícilmente logra salir. La sensación de soledad en compañía la asalta a cada instante, la chispa de vida interior se extingue de a poco y el cuerpo va sintiendo las consecuencias en cada vuelta de rueda.
Sólo el desarrollo de la consciencia en forma completa, puede llevar por el camino correcto.
La práctica de la meditación permite alcanzar el equilibrio de todas las partes a través de la búsqueda interior consciente. En un principio puede resultar difícil integrar la mente con el alma para hacer de la vida algo equilibrado, beneficioso. Pero con la práctica se va logrando una mayor concentración y serenidad que llevan a la resolución de los conflictos internos. Con cada paso que se avanza, la integración es más notoria. De a poco, la práctica de técnicas de respiración o introspección, se vuelve tan necesaria todos los días como el dormir o el respirar.
Naturalmente, los occidentales vivimos en un medio que muchas veces no nos permite enfocar fácilmente los cambios en este sentido; pero aún así, nadie ignora que existe el libre albedrío: cada uno de nosotros tiene la posibilidad de elegir elevar o bajar los brazos. Si nuestra elección es la de elevar la consciencia, comprobaremos que desde allá arriba la visión de nuestros problemas cambia completamente. El impulso de continuar en el camino del crecimiento espiritual es tanto más fuerte, cuanto que se logra una mayor profundización de la meditación. Y de pronto, el centro tan buscado, aparece sin que nos demos cuenta.
El hecho de haber llegado a la primera meta, y el comienzo de la siguiente etapa (la continuidad en la práctica), son los puntos más complejos.
Muchos de los que encaran la práctica de la meditación como algo positivo, se sienten impulsados a seguir creciendo, buscando la armonía en forma permanente. Otros en cambio, llegan hasta aquí, creen que ya han andado todo el camino y tienden a abandonarlo (Suelen pensar internamente que ya "llegaron"). Sin embargo es justamente donde uno más tiene que mirar hacia adelante y decidir que desea hacer con lo aprendido: un recurso último en caso de necesidad o una forma de vida.
La meditación como forma de vida, nos permite alcanzar una vida plena, feliz, desarrollando un enorme mundo interior, alejándonos de nuestros temores, preocupaciones y motivos de tensión. Nos permite comprender que los sucesos externos no son más que hechos aislados, y que no hacen a la esencia de nuestra vida. Es una herramienta de nuestra mente para calmar a nuestro cuerpo y comunicarse con nuestra alma, que forma parte de un Universo infinito, donde reina la paz.
Vale la pena el esfuerzo de subir la escalera del mundo interior para ver nuestros problemas desde las alturas de nuestra visión superior. Tal vez, una vez que comencemos a mirar hacia arriba, ni siquiera recordemos lo que nos preocupaba tanto.

Autores: Staff de la Revista Crecimiento Interior.

Revista Crecimiento Interior Nº 21, Año 3


 

Escritos sobre Terapias Florales


Las Flores de Bach
Cerato, Géminis y la Sabiduría

Cerato (Ceratostigma willmottiana), es la única de las flores del sistema que no es Europea, sino que proviene del misterioso Tíbet, donde los monjes se recluyen para meditar y escuchar las voces de su Ser Superior.
Bach la descubrió en un jardín, caminando por un pueblo vecino de la costa. Se sintió muy atraído por la belleza de está singular flor azul que parecía reflejar el cielo de su lugar de origen, al punto de pedir a los dueños de casa que le proporcionaran algunas flores. En un principio pensó que luego la reemplazaría por una flor del lugar, pero no le fue posible encontrar alguna con las mismas características, por lo cual la adoptó en forma permanente. Su intenso color azul incita a la calma, a la reflexión, a la conexión con las profundidades del ser, con el alma, de donde obtenemos la verdad.
Cerato es, como Gentian, una de las Flores integrantes del grupo para quienes sienten dudas o incertidumbre. Bach la relacionó con el signo de GÉMINIS. Este signo de aire está regido por Mercurio, el rey de la comunicación, de la información, del saber, de la inteligencia, del movimiento y de la velocidad mental. La curiosidad innata de Géminis y de Mercurio por informarse y transmitir sus conocimientos, hacen comprensible la relación establecida con Cerato. El geminiano vive pensando, posee gran elocuencia y por eso se comunica con facilidad. Su curiosidad incesante y su deseo de aprehender la mayor cantidad de conocimientos posibles, lo hace por momentos, imitar a la última persona con la que ha estado, si posee alguna característica que considere digna de admiración. Es por esta razón que en la China se lo considera el signo del Mono. Representado por los gemelos, (lo cual habla de un signo dual), el nativo de Géminis habitualmente duda entre las distintas opciones que se le presentan. Dada su gran capacidad mental, es capaz de hacer dos cosas a la vez y necesita siempre estar en compañía.
Bach integró esta flor a su sistema para las personas que desconfían de su propia intuición y recurren permanentemente a otras personas en busca de consejo, no siendo capaces luego de discernir cuál de ellos son buenos y cuáles no. La persona en estado Cerato negativo, se siente insegura de sus propias capacidades y le cuesta tomar decisiones. Simplemente al permitir que su parte racional gobierne sus respuestas, ha olvidado su conexión con su parte Superior, negando reconocer su infinita sabiduría interior. Tomando Cerato, ésta resurge, permitiéndonos tomar decisiones precisas, sin temor a equivocarnos.
Quienes dudan de la propia inteligencia, ante una decisión que deben tomar, viven preguntando a los demás qué harían en su lugar. Suelen cansar a sus amigos y familiares pidiéndoles consejos sobre sus temas personales, sus inseguridades. Por lo general, no hacen lo que les dicen quienes pueden ayudarlos, sino que escuchan por lo general a la persona equivocada., siendo capaces de hacer cualquier cosa o actuar en la forma más tonta y crédula imaginable, con tal de seguir una recomendación que les hayan dado.
En su búsqueda de la verdad, es probable que la persona en estado Cerato negativo, empiece infinidad de cursos o actividades educativas, sin terminar ninguna de ellas, salvo rara ocasión. Se los llama "consumidores de cursos", pues no son capaces de capitalizar la información que reciben y siempre se sienten empujados a buscar algo, aunque no saben muy bien qué.
Es común ver en los niños en edad escolar, que escriben su tarea y luego tachan o borran aquello que estaba bien escrito o resuelto. Personalmente, opino que ésta rigidez consigo mismo, no es exclusiva de la infancia, ya que he conocido muchas personas adultas que, inmediatamente después de haber tomado una decisión, se arrepienten y quisieran volver atrás.
También ésta es una característica Cerato negativo, que dicho sea de paso, no está demasiado alejada de los borrones o las tachaduras en los cuadernos de los años infantiles.
La inseguridad ante la transición del mundo consciente material a aquel de las intuiciones interiores, nos recuerda al lejano planeta Saturno, el último de los visibles del sistema solar. Más allá de su esfera, todo es el misterio intangible del espacio que muchas veces se relaciona con el fin, lo desconocido. También nuestro propio mundo espiritual es desconocido para cada uno de nosotros, y la falta de autoconfianza en nuestra sabiduría interior, va de la mano con la inseguridad que nos provoca creer en algo que no podemos entender ni tocar. Algo que escapa de nuestra captación racional no nos resulta confiable. Y sin embargo, la verdadera información está allí, y no en nuestra mente, como se puede creer. Cerato nos conecta con esta fuente ilimitada de saber que llevamos dentro, permitiéndonos afrirmarnos en nuestra capacidad de saber y ayudándonos a tomar decisiones acertadas, a proceder con dignidad a lo largo de nuestra vida. Al no buscar apoyo permanente en la opinión de los demás, nos permite tomar consciencia de la gran intuición que poseemos, tomando los conocimientos no sólo de nuestro interior, sino también del más allá.
En efecto, el hecho de escuchar sólo las voces del mundo que nos rodea, impide o frena la propia evolución; es sin duda sobre este tema que deberían trabajar quienes descubran en sí mismos características negativas de esta flor.

Las personas Cerato son "insensatas".
Deberían ser maestros y educadores sabios,
pero dan demasiada importancia a la opinión de los demás
y se dejan influir excesivamente por las circunstancias externas.

Dr. Edward Bach

La inestabilidad se puede erradicar con el desarrollo de la autodeterminación, tomando decisiones y actuando con firmeza en lugar de dudar y vacilar.
Aunque al principio comentamos errores, siempre es mejor actuar que dejar pasar oportunidades por falta de decisión. La determinación no tardará en desarrollarse; desaparecerá el miedo a echarse de cabeza a la vida, y las experiencias guiarán nuestra mente hacia un mejor juicio.

Dr. Edward Bach

Autores:Staff de la Revista Crecimiento Interior.

Revista Crecimiento Interior Nº 21, Año 3

Escritos sobre Astrología

Una Radiografía de Nuestra Vida

El hecho de pensar cómo somos, hacia dónde vamos, qué posibilidades tenemos en la vida, no siempre nos lleva a la respuesta correcta. Como seres humanos tenemos la fortuna de ser cambiantes, lo cual nos permite probar diferentes posibilidades de acuerdo al modo en que pensamos en cada momento de nuestra vida. Las posibilidades que se abren, son infinitas. Y sin embargo muchas veces, preferimos no cambiar nada. ¿Resistencia? Sí. ¿Inseguridad? También. ¿Y entonces, qué hacer...?
La Astrología, ha investigado durante siglos, la naturaleza humana en relación a los astros celestes. Cada uno de nosotros nace en un lugar y en un momento determinados, que determinan el signo de nacimiento. Así mismo, a través de ciertos cálculos astronómicos, se puede saber qué planetas atravesaban el cielo en ese instante. Cada uno de estos datos reviste gran importancia si lo que deseamos realmente es saber quiénes somos, hacia donde podemos ir, o cómo orientar nuestra vida para sacar el máximo provecho de ella.
Cuando nos encontramos bloqueados, sin rumbo, llenos de dificultades o temores que nos impiden avanzar como quisiéramos, el recurrir a alguien que nos saque lo que yo llamo una "radiografía" de nuestra vida, es algo que nos puede esclarecer cosas que no podemos entender a nivel consciente. Y el conocernos en profundidad es sin duda algo que nos servirá a lo largo de toda nuestra permanencia en este planeta. Esta es, ni más ni menos, la función de una Carta Natal: mostrarnos nuestra vida desde adentro. Desde lo más oculto de nuestro ser, nuestra personalidad, nuestras ambiciones, nuestros sueños, nuestras relaciones con los demás, con nuestra salud, nuestro trabajo, nuestros amigos, nuestras posesiones, y hasta con nosotros mismos.
Ahora bien, quien nunca ha visto una carta Natal, se preguntará cómo es posible obtener tanta información. Para aclarar este punto, es necesario entender que de ningún modo se trata de una adivinación, como comúnmente se cree. El trabajo del astrólogo consiste en realizar determinados cálculos astronómicos para determinar con exactitud el emplazamiento de los planetas y su relación con lo que se da en llamar las "casas astrológicas" o "áreas de vida"; luego, en interpretar esta serie de informaciones halladas, a través de un diálogo con la persona que realiza la consulta. Los datos proporcionados por esta última, son los que ayudan a la correcta elaboración de la carta Natal y a través de este intercambio de preguntas y respuestas, la persona logra aclarar los puntos que necesita y el astrólogo puede orientarse hacia donde ir con la interpretación. Pero la precisión de la Astrología en cuanto a la reseña de una vida que puede brindar, es sorprendente y de una contundencia innegable.
Veré de explicar brevemente, para quienes desean tener un panorama a vuelo de pájaro sobre el tema, cómo se levanta una carta y de qué se trata.
Desde su punto fijo de observación, el hombre "ve" que los planetas giran alrededor de la Tierra y no "ve" que la tierra gire alrededor del Sol. La Astrología se basa por lo tanto en la influencia que el Universo ejerce sobre el hombre (la Tierra); partimos así de una concepción geocéntrica. Tanto es así, que el Astro Rey, el Sol, también es considerado un planeta.
En el momento del nacimiento, los planetas que atraviesan el cielo se encontrarán a diferente distancia del punto de observación, según la longitud o la latitud del lugar. De modo que aunque dos niños nazcan a la misma hora del mismo día, no será igual para uno que nace en la provincia de Misiones que para otro que nace en Córdoba, en Australia o en Venezuela.
Como dijimos antes, a través de cálculos matemáticos, se puede saber a ciencia cierta en qué lugar del cielo se encuentra cada planeta, y cómo cada uno de ellos ejerce influencia en un área particular de nuestra vida. Así se van combinando planetas con signos y casas, desarrollando una infinita combinación entre ellos, que paulatinamente irán desenrollando la madeja que lleva al hilo conductor de la existencia. Todo el panorama comienza a aclararse cuando ésto sucede. No existe más "milagro" que el de lograr comenzar a verse por dentro, a conocerse, a descubrirse como es cada uno en realidad, sin interferencias culturales, sociales o de educación. Las pautas que se obtienen a partir de ahí, constituyen una herramienta que nos puede ser de utilidad de aquí hasta que nos toque trascender el plano físico. Nuestra carta astrológica será en suma para nosotros, un MAPA DE RUTAS que nos indicará dónde están las autopistas y los bellos paisajes; también podrá explicarnos y hacernos ver qué quizás no sea necesario seguir transitando ese camino de tierra polvoriento y lleno de baches que parece ser a veces nuestra vida, pues el verdadero camino lleno de flores, está muy cerca, si lo sabemos encontrar.

Autores: Staff de la Revista Crecimiento Interior.

Revista Crecimiento Interior Nº 21, Año 3

 

Cuentos


LA UÑA QUE LATE

¿Cómo te va? -preguntó Jorge.
- Mal, contestó Carlos.
- ¿Te pasó algo?- Agregó Jorge en forma inocente.
- ¿Si me pasó algo? ,¿Pero vos en que país vivís?, Dijo enfurecido Carlos, y agregó-, Cómo no me va a ir mal-, ¿O vos no estás enterado de como anda la economía, la política.
Carlos hizo una pausa y dijo vencido:
- ¿O vos no lees los diarios?.
- Bueno, no te la agarres conmigo, dijo Jorge, a modo de disculpa, y agregó.
- Yo solo quería saludarte.-
- Entonces saludame de otro modo- , contestó Carlos enojado y se fue de la oficina dando un portazo.
Carlos tomó un taxi y se dirigió a visitar a un cliente.
Mientras viajaba sus pensamientos pasaban de una protesta a otra. Era imposible vivir así. Todo era más difícil de lo que parecía. Ya no se trataba solo del país, la economía, el tránsito, el negocio, ahora hasta los amigos se estaban convirtiendo en un problema. Nada era fácil se dijo, mientras giraba mecánicamente la cabeza de un lado y fruncía los labios.
Era como que le estaba diciendo al universo que "NO", que no se podía ser feliz, que la vida era un laberinto llenos de carteles que le cortaban el paso y le decían "NO".
Así no se puede ser feliz se repitió y cerró los ojos con amargura.
En pocos segundos recorrió su día desde que se despertó. Se vio a si mismo levantarse como un resorte cuando sonó el despertador, mientras se vestía había cambiado dos o tres palabras desagradables con su mujer, y luego al salir apurado de su casa había tropezado con el gato que se había puesto en el porche a esperar el sol de la mañana. Diciendo maldiciones subió a su coche, y vio el parabrisas sucio.
- Tendría que limpiarlo antes de salir -, pensó. pero miró el reloj, era tarde. Carlos nunca tenía el tiempo suficiente.
El taxista frenó de golpe en un semáforo y Carlos abrió los ojos para ver que pasaba, al cerrarlos de nuevo, se vio trabajando frenéticamente mientras fumaba un cigarrillo tras otro.
Carlos sintió una opresión en el pecho y volvió a abrir los ojos. Se miró los dedos de las manos con las típicas manchas de nicotina, y se vio reflejado en la ventanilla del taxi, como en un espejo. Abrió su boca y morí sus dientes que también estaban manchando con nicotina. Observó su cara de un color blanco grisáceo por falta de sol, y su rostro tenso. Indudablemente sus mandíbulas apretadas marcaban como estaba viviendo la vida. Una vida en la cual no tenía tiempo para nada.
Carlos volvió a cerrar los ojos. Para él había quedado muy atrás en el tiempo la época en que tenía tiempo para divertirse, para descansar. Es más se preguntaba si alguna vez iba a poder tener tiempo para relajarse.
- La vida de una persona que quiere llegar es indudablemente muy exigente-, se dijo Carlos a modo de explicación. Con sus cuarenta años se había propuesto llegar a toda costa, a pesar de todos esos carteles en su vida que decían NO.
Carlos abrió los ojos, el taxi estaba llegando a destino. Y sintió que ese día reflejaba un modelo de vida. Sí, que su vida era una repetición de días como este, lleno de problemas, y que al final no había ningún motivo para estar alegre. Si incluso su coche nuevo, nada menos que un Mercedes Benz, había tenido problemas en el service.
Pasaron los meses y Carlos siguió trabajando y protestando y afirmando que en la vida uno no podía ser feliz, es más, no había ningún motivo importante para ser feliz.
Hasta que un día de otoño alrededor del mediodía, un viernes para ser más preciso, el dedo gordo de su mano derecha comenzó a originarle una pequeña molestia. Al principio no pudo identificar la causa, luego prestó más atención y pudo sentir como un pequeño latido en ese dedo. Para examinarlo con más cuidado se puso los anteojos para ver de cerca y le pareció observar como una pequeña mancha de color marrón obscuro en el medio de la uña.
- Nada importante, pensó para sí, pero una mancha que antes no estaba ahí. El sonido del teléfono lo volvió a sus tareas y siguió trabajando y protestando por todo lo que no estaba bien alrededor suyo, y contestándole a todo aquel que preguntaba que él estaba "mal" y agregando con bronca:
- Y como no voy a estar mal, en un país como este.
Fue el domingo cuando no pudo terminar de leer en el diario los graves pronósticos económicos para el siguiente trimestre, por la persistente molestia en el dedo gordo, el latido se hacía cada vez más intenso.
A Sandra, su señora, le llamó la atención que no terminara de leer los diarios, pues Carlos aprovechaba los domingos para leer los cinco principales matutinos del día, buscando de ese modo estar mejor informado de lo que pasaba en el país.
Fue Sandra quién, a la tarde, le insistió para que viese a un médico y terminara enseguida con esa tonta molestia.
Y ahí estaba Carlos en la sala de espera del dermatólogo, sintiendo como el dedo latía persistentemente.
Carlos entró al consultorio, saludó al médico, y éste tomando distancia con las manos unidas atrás de la espalda le dijo:
- ¿Y qué te pasa a vos?-, en un tono metálico e inquisitivo.
Carlos le explicó lo del latido y le pidió que le diese una pomada o algo para terminar con esa pavada del dedo, insistió que fuese algo simple que no le hiciese perder más tiempo del que ya había empleado.
El médico, que pareció no escuchar sus palabras, miró primero distraídamente el dedo, y luego tomo con el seño fruncido una gran lupa y se puso a investigar la mancha. Fue entonces cuando Carlos comenzó a transpirar copiosamente y a ponerse nervioso.
- Que le pasa a este Dr.-, pensó Carlos, -¿Se creerá que haciendo teatro me va a cobrar más caro la entrevista?.
Carraspeó un poco para que el médico se apuraba, pero el Dr. estaba cada vez más interesado en la mancha del dedo.
Pasaron como tres horas en la mente de Carlos pero solo cinco minutos en el reloj del escritorio.
Luego el médico volvió a sentarse, protegido atrás de su enorme escritorio, y con voz grave y mirando para abajo dijo:
- Es probable que esto esté causado por un Esterrip Causalis o por un Traupic Terrebil, y en ese caso no sería nada porque preocuparse, pero por las dudas le voy a pedir que se haga una serie de análisis.-
Y el Dr. sin levantar la vista comenzó a escribir varias hojas de instrucciones.
Carlos protestó:
- Pero Dr. si se trata de uno de esos Esterrip no se cuanto o un Traupic o como se llame, porqué no me da una pomada , o una gragea y listo y terminamos con este tema, e insistió que él no tenía tiempo para perder.
Esta vez si el Dr. levantó la vista y lo miró fijo a los ojos, y le dijo:
- Sr. Carlos, usted es un hombre grande y tiene que entender que hay un 99 % de probabilidades que sea un Esterrip Causalis o un Traupic Terrebil- , y cambiando la voz a un tono casi inaudible agregó:
- Pero hay un 1 % de probabilidades que sea- , hizo una pausa, -que sea otra cosa y en ese caso es mejor atacarlo de inmediato antes que comience a propagarse-.
Hizo otra pausa y dijo como para querer convencerse más a el mismo que a Carlos.
- Pero no se preocupe seguro es un Esterrip o un Traupic, seguro...-.
Carlos tenía la cara totalmente blanca cuando salió del Consultorio.
Cuando puso la llave en la cerradura de la puerta de su casa se dio cuenta que recién eran las tres de la tarde y que a esa hora tendría que haber estado en una reunión de negocios en la otra punta de la ciudad.
Carlos, que nunca llegaba a su casa antes de las nueve de la noche, ahí estaba, sentado en el living y mirando a la pared con una mirada perdida, mientras una sola cosa daba vueltas dentro de su cabeza:
- Hay un 1 % de probabilidades que sea algo grave, algo grave-.
Era como que todos los problemas de Carlos hubiesen desaparecido de su vida, como si se hubiesen ido asustados con ese uno por ciento de probabilidad, por esa uña que latía con una causa que podía ser algo grave.
- Dios Que no sea nada, que no sea nada-, se repetía en voz baja.
Cuando se escuchó, se asombró, pues desde aquella vez que era chico y se había perdido no le había pedido nada a Dios.
Cuando Sandra llegó a las siete de la tarde se preocupó mucho. Primero por encontrarlo a Carlos en casa tan temprano y segundo por su cara desencajada y su postura corporal. Estaba totalmente encorvado. Cuando Carlos le contó lo sucedido, Sandra tomó su mismo color de piel y su misma postura corporal. Ese día sin quererlo lloraron juntos, por lo que podía llegar a significar la mancha en el dedo, pero ninguno le dijo al otro porqué lloraba.
Al otro día Carlos se realizó todos los análisis. Ese día no trabajó y se pasó gran parte de la tarde mirando a su gato que recostado contra el ventanal tomaba el suave sol del otoño sin parecer estar preocupado por nada.
Al otro día se levantó tarde, y no fue a trabajar, luego de almorzar fue al centro de diagnósticos, retiró los resultados y como un autómata se dirigió al consultorio del médico.
Los ruidos de la calle, las palabras de la recepcionista del médico, y lo que le decía el Doctor. cuando lo hizo pasar, le llegaban de un lugar muy lejano y era como que no podía escucharlas.
Le entregó el sobre al Doctor, éste se sentó con aire muy serio y con el seño fruncido, se puso los anteojos, tomó el cortapapeles de plata, abrió el sobre, y muy despacio empezó a leer para sí.
Carlos estaba sentado delante del verdugo, totalmente vencido, era como que había envejecido diez años en esos pocos días. Ahí estaba él con la cabeza inclinada hacia delante esperando el hacha del verdugo. Y el verdugo comenzó a hablar:
Carlos no entendía las palabras, ni se preocupaba por entenderlas, al final de cuentas a quien le puede importar el contenido, los detalles, de su propia sentencia de muerte.
Y siguió ahí sentado, sin poder ver, y sin poder escuchar a su verdugo, hasta que una palmada en el hombro, pegada muy fuerte, volvió a conectarlo con la realidad y le hizo escuchar estas palabras:
-Vió que no había de que preocuparse, era un Esterrip, como yo le decía.-
Luego de esto el Doctor , que en algún momento se había levantado de su silla y rodeado al escritorio para palmearlo, volvió a sentarse y le recetó una simple pomada y le dijo que el latido era consecuencia de la infección y que se le iría en no más de cuarenta y ocho horas. Luego lo miró con lástima y tomando de un cajón de su escritorio un frasco gris, le aplicó la pomada y le vendó el dedo.
Carlos salió flotando del consultorio, tenía una sonrrisa tan amplia en el rostro que la gente se detenía por la calle para mirarlo. Incluso alguién le grito enojado desde un coche:
-Se puede saber de que te reis, pero vos no lees los diarios?¿En que país vivís infeliz?-
Y Carlos siguío flotando feliz. Mientras caminaba las treinta cuadras que lo separaban de su casa, se permitió sentir el sol de la tarde en su cara, y hasta la suave brisa cargada de perfume que venía de la plaza.
Cuando llegó a su hogar abrazó a su mujer y lloraron juntos de alegría, ninguno dijo porqué.
Esa tarde desconectaron el teléfono, el televisor no se encendió y felices como chicos se pusieron un rato a descansar abrazados al lado del ventanal. Al gato le sorprendió que le hubiesen usado su lugar, y luego se acurrucó al lado de ellos. Juntos se quedaron mirando el cielo hasta que el sol desapareció del horizonte.
Luego Carlos y Sandra tomados de la mano, pues parecía que no querían soltarse por nada, se fueron a su dormitorio. Cualquiera que hubiese podido escuchar las risas y las voces alegres que salían de esa pieza se hubiese preguntado:
-¿que pasa en esta casa?, ¿quizás este matrimonio se ganó la lotería, quizás el marido cerró un contrato millonario?, u otros muchos quizas.
Lo que nunca se hubiesen imaginado era que la causa de tanta felicidad era la uña que había dejado de latir.
A veces cuando me sorprendo con el seño fruncido y protestando por lo que pasa alrededor mío me pregunto:
- ¿Será realmente necesario que me empiece a latir una uña para poder darme cuenta donde está la verdadera felicidad?.



Revista Crecimiento Interior Nº 21, Año 3.

Autor: Dr. Dino Ricardo Deon
Extraído del libro "Los cuentos de Dino".

¡EL CUENTO LLEGA A LA UNIVERSIDAD!

En la materia "Psicología Evolutiva", correspondiente al segundo año de la Carrera de Psicología, de la Universidad de Morón, se está utilizando a partir de este año como "material de trabajos prácticos", el cuento "Un mueble lleno de cajones".
Éste fue escrito por el Dr. Dino Ricardo Deon, y publicado en la Revista Crecimiento Interior Nº 60, correspondiente al mes de Octubre de 1999.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 
 

 

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